Política

Las madres trabajadoras son fundamentales para una economía próspera. Ya es momento de apoyarlas.

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Decir que la pandemia de COVID-19 ha provocado un frenesí en todo el mundo sería subestimarla Pero además de desencadenar una crisis de salud física y mental, la pandemia ha puesto finalmente de relieve la necesidad de que los empresarios y los legisladores se planteen cómo nuestro sistema actual excluye a las familias, especialmente a las madres, de la población activa.

Aunque las crónicas comunes sobre las madres trabajadoras se han centrado casi siempre en las mujeres blancas de clase media que trabajan a tiempo parcial por “capricho”, esa visión nunca ha contemplado plenamente las experiencias de todas las mujeres trabajadoras, especialmente las mujeres de color, las inmigrantes y aquellas de clase trabajadora, todas las cuales han trabajado históricamente por necesidad. De hecho, el 64 % de las madres son las principales proveedoras de ingresos en sus hogares, incluso cuando viven en pareja, según un informe de diciembre de 2019 t del Center for American Progress. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres negras y latinas, que tienen respectivamente un 84 % y un 60 % más de probabilidades de ser el principal sostén de su familia.

Las familias y otros cuidadores solo pueden trabajar cuando tienen acceso a sólidas redes de apoyos laborales y familiares, como cuidado infantil accessible y de calidad. Pero el costo desorbitado dificulta su acceso a muchas familias. Y durante la pandemia, esto se convirtió en una crisis total.

Ayobami Bell Torrence, residente de Detroit y madre trabajadora de dos niños en edad escolar, comentó que sus hijos nacieron en otro estado donde dependía en gran medida de cuidado infantil que a menudo le costaba pagar. Pero cuando su familia regresó a Michigan, “sintió que aquí había aún menos opciones accessible de calidad”. Torrence recurrió a sus padres, que están jubilados y gozan de buena salud, para que le ayudaran a resolver sus necesidades. Me considero sumamente bendecida por contar con la ayuda de mi familia y mi comunidad a ese grado”, señaló.

Las madres y cuidadores con menos recursos también se llevan la peor parte de un mercado laboral poco flexible. Muchas mujeres afirman querer un “trabajo flexible, pero este suele limitarse a los puestos directivos y administrativos, que ocupan mayormente mujeres blancas. Y aunque el trabajo flexible implica “trabajar desde casa”, lo que los empresarios podrían asumir como una ventaja para las familias, un informe de febrero de 2022 de la Oficina de Estadísticas Laborales sostiene que este beneficio puede ser cuestionable. Quienes trabajan a distancia pueden evitar el traslado a una oficina, pero también “tienden a trabajar más horas, lo que supone un exceso de trabajo, en algunos casos no recompensado, lo cual hace difícil distinguir los límites entre la vida personal y laboral”. El panorama del trabajo a tiempo parcial, en el que se paga menos y hay menos beneficios y seguridad, no ofrece a las madres opciones mucho mejores.

Una organización que está estudiando cómo ofrecer más flexibilidad y apoyo a las empleadas puede impulsar la retención, Trinity Health , participa en el programa HireReach y creó el programa RISEUp en colaboración con The SOURCE y West Michigan Works (financiado en parte con el apoyo de la Fundación W.K. Kellogg) para ofrecer asistencia en contratación y apoyo integral a las trabajadoras del sector de salud con el fin de ayudarles a mantener su empleo y conseguir trabajos estables a tiempo completo..

Shana Welch, vicepresidenta de programas de adquisición de talentos y desarrollo de la fuerza laboral de Trinity Health

“RISEUp adopta un enfoque del interior al exterior y viceversa con nuestra fuerza laboral, y está funcionando bastante bien”, afirma Shana Welch,vicepresidenta de programas de adquisición de talentos y desarrollo de la fuerza laboral de Trinity Health. “Tenemos colegas que participan en actividades de orientación profesional y consideran oportunidades educativas que hasta hace poco no sabían que existían. Lo que esto significa es que, a medida que promovemos a nuestras colegas dentro del sistema de salud, cubrimos esos puestos contratando a personas que, en un inicio, no tienen necesariamente las aptitudes que buscamos.

Pero, con este programa, las contratamos para puestos básicos y luego les proporcionamos acceso a capacitación, orientación profesional y apoyo integral para crear una fuerza laboral calificada. Queremos hacer frente a la pobreza generacional en nuestra comunidad”.

Y la pandemia dejó claro que la poca flexibilidad de los empresarios tiene consecuencias nefastas para el mercado laboral estadounidense. Con el cierre de escuelas y guarderías, millones de mujeres dejaron de trabajar.. En su mayoría, no han regresado, lo que contribuye a la escasez de mano de obra nacional. Decenas de trabajadoras del sureste de Michigan también abandonaron sus puestos de trabajo en los primeros días de la pandemia, y muchas señalaron omo principales razones las condiciones laborales inseguras, los compañeros no vacunados y los horarios de trabajo impredecibles, según MLive Esto ayuda a explicar por qué la participación en la población activa de las trabajadoras de color en Estados Unidos también se desplomó durante la pandemia,, aunque ahora esa cifra está aumentando.

Entonces, ¿en dónde quedan los empleadores que esperan mantener sus negocios abiertos y con personal durante una pandemia? Frente a la escasez de personal y a un crecimiento frenado, algunos reconocen el valor de asociarse con los legisladores para fomentar, crear y promover iniciativas que faciliten a los padres de familia a ser parte activa de la fuerza laboral.

Cheryl Bergman, directora general de la Michigan Women’s Commission

Un ejemplo es el programa Michigan Tri-Share que combina fondos públicos y filantrópicos para reducir en dos tercios el costo regular del cuidado infantil en beneficio de las familias trabajadoras.

“Afortunadamente, nuestros legisladores y la comunidad empresarial están considerando el cuidado infantil como un tema económico y no solo como una decisión familiar”, afirma Cheryl Bergman, directora general de la Michigan Women’s Commission, quien está muy involucrada en el programa MI Tri-Share.

Los líderes de las comunidades filantrópica y política de Michigan están actuando para cambiar nuestro pensamiento colectivo sobre cómo las políticas laborales que apoyan a las familias con hijos pueden contribuir a una economía más sólida.

La June Montgomery Tabron, president and CEO of the W.K. Kellogg Foundation

La June Montgomery Tabron, presidenta y directora general ejecutiva de la Fundación W.K. Kellogg, es una de las mujeres que lideran esta labor. Su organización convoca a una coalición de todo el estado que se comprometa a crear y mantener rutas viables de acceso al trabajo y de apoyo a todas las familias que incluyan a personas de diversos orígenes.

La Fundación Kellogg convocará una mesa redonda el 1 de junio en la Conferencia Política Mackinac 2022 de la Cámara Regional de Detroit para debatir sobre “Fomentar estrategias laborales equitativas para el éxito de Michigan”, junto con ejecutivos empresariales y públicos que han demostrado su compromiso con esta labor. Entre ellos, se encuentran Montgomery Tabron, Bergman y Lewis, y estará moderada por Candice Fortman, directora ejecutiva de Outlier Media.

Además de imaginar cómo ampliar programas como RISEUp y el piloto Tri-Share, se debatirán otras posibles políticas e iniciativas que reconozcan la responsabilidad colectiva que tiene la sociedad de garantizar que todos los trabajadores, incluidas las madres, puedan prosperar.

“Los dos últimos años han sido increíblemente difíciles para muchas personas en nuestro estado”, comentó Tabron Hemos llegado al momento en que nuestra imaginación colectiva debe convertirse en el proyecto de un destino compartido más próspero para todos los que consideran Michigan su hogar. El tema de la conferencia política de este año,’El papel cívico cambiante de la comunidad empresarial en tiempos de polarización,nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre cómo hemos respondido a la pandemia multifacética y volver a comprometernos a trabajar de nuevas maneras, en todas las geografías, sectores y rincones, para construir una sólida cartera educativa, ampliar las oportunidades económicas para todos y fomentar la equidad racial en nuestro gran estado. La forma en que nos unamos ahora determinará el tipo de futuro que podemos crear para los niños, las familias y las comunidades de Michigan. Nuestros niños y familias necesitan nuestro apoyo ahora más que nunca”.

Este artículo patrocinado se creó en colaboración con la Fundación W.K. Kellogg. Los empleados de la redacción de Outlier Media no elaboran artículos patrocinados. Obtenga más información sobre nuestros valores editoriales.

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