Salud

Mississippi ocupa el segundo lugar en EE.UU. con un 80% de partos en hospitales reconocidos como amigables con el lactante

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La lactancia materna durante el primer año de vida contribuye a que los bebés crezcan sanos y, al mismo tiempo, aporta importantes beneficios a las madres.

Gracias a la estrecha colaboración con los donatarios de la WKKF, como el Centro para la Equidad en la Salud, la Educación y la Investigación (CHEER, por sus siglas en inglés) del Centro Médico de Boston y la organización Reaching Our Sisters Everywhere (ROSE, por sus siglas en inglés), Mississippi ocupa ahora el segundo lugar del país en cuanto al número de hospitales designados como amigables con el lactante. Esta acreditación mundial reconoce a los hospitales y centros de natalidad que se distinguen por su excelencia en la alimentación infantil y el vínculo madre-bebé.

A pesar de los esfuerzos, la duración de la lactancia materna sigue siendo corta, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
De los bebés nacidos en 2019, solo el 45% fueron alimentados exclusivamente con leche materna durante los tres primeros meses después del parto, descendiendo al 25% a los seis meses. También se observa un importante contraste entre las distintas razas: las madres de raza negra son las que menos probabilidades tienen de amamantar a sus bebés inmediatamente después del parto.

El programa CHEER trabaja activamente para mejorar las prácticas de lactancia materna en los hospitales de maternidad. Gracias a un donativo de tres años por el valor de 6 millones de dólares, recibida por parte de los CDC en septiembre del 2023, CHEER ha inscrito a 101 hospitales en su programa Communities and Hospitals Advancing Maternity Practices (Conocido en inglés como CHAMPS National).

Las tasas de lactancia materna en Estados Unidos disminuyeron con la llegada de fórmulas para bebés y la falta de apoyo a las madres lactantes en los centros de trabajo. Hoy en día, hay muchas madres no han visto ejemplos de lactancia materna en su entorno familiar, lo que pone de manifiesto la imperiosa necesidad de educación y de cambio, afirman nuestros socios.

“Nuestro objetivo es desafiar al sistema”, afirma la Dra. Anne Merewood, directora de CHEER y profesora adjunta de Pediatría en la Facultad de Medicina Chobanian y Avedisian de la Universidad de Boston y de Ciencias de la Salud Comunitaria en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Boston.

La lactancia materna aporta muchos beneficios. Los bebés que reciben leche materna tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades como la obesidad, la diabetes o el asma, y presentan tasas más bajas de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Se benefician al recibir los anticuerpos de su madre y desarrollan un sistema inmunológico y capacidades cognitivas más fuertes.

Las madres también obtienen beneficios para la salud, tales como una presión arterial más baja, un menor riesgo de padecer diabetes o cáncer de mama u ovarios, y una recuperación y pérdida de peso más rápidas tras el embarazo.

Además, tal vez lo más importante es que la lactancia ayuda a crear un vínculo fundamental entre la madre y su bebé.

El objetivo de CHAMPS es transformar las prácticas hospitalarias y fomentar entre las madres la lactancia materna no solo al inicio, sino también a lo largo de los primeros seis meses, cuando se introducen los alimentos sólidos. El éxito depende de los esfuerzos colaborativos de organizaciones como CHEER y ROSE, que se centran en normalizar la lactancia materna dentro de la comunidad de raza negra para abordar las diferencias en materia de salud.

En Mississippi, ROSE colaboró con los hospitales para revisar y modificar las prácticas que suponían un obstáculo para la lactancia materna, como la separación inmediata entre la madre y el bebé, y el suministro gratuito de leche de fórmula. La organización capacitó al personal para fomentar la lactancia materna y puso en contacto a madres experimentadas y madres primerizas que buscaban orientación al respecto.

“Esta es la oportunidad de trabajar con los hospitales, las agencias del Programa especial de nutrición suplementaria para mujeres, bebés y niños (WIC, por sus siglas en inglés), las universidades y la comunidad”, señaló la Dra. Kimarie Bugg, presidenta y directora general de ROSE, quien añadió que la Universidad Estatal de Jackson (Mississippi), una universidad históricamente negra y beneficiaria de la WKKF, mantiene desde hace tiempo una relación con ROSE. “Se trata de que estos cuatro grupos dejen de trabajar de manera aislada y se unan para poder colaborar entre sí”.

Estos esfuerzos están dando resultados.

“Llevo más de 20 años en esto, así que he visto de todo, y estoy muy emocionada con estos cambios”, comentó Tina Fritz, enfermera de neonatología y responsable de CHAMPS en el Hospital Singing River de Pascagoula, Mississippi. “Estoy muy contenta y no creo que hubiéramos podido hacerlo sin CHAMPS”.

Cuando CHAMPS comenzó su labor en Mississippi en 2014, ningún hospital cumplía las normas de los hospitales baby-friendly, una acreditación creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoy, Mississippi cuenta con 22 hospitales denominados baby-friendly, o amigables con el lactante, que abarcan casi el 80% de los partos en todo el estado. Las tasas iniciales de lactancia materna entre las madres de raza negra han aumentado del 42% al 63% desde 2014.

Los 10 pasos para una lactancia materna exitosa de la Iniciativa Hospitales Amigo del Niño (IHAN) exigen políticas escritas, la capacitación de personal y prácticas que den prioridad a la lactancia materna. Por ejemplo, mantener juntos a madres y bebés durante al menos las primeras 24 horas después del parto y abstenerse de distribuir sustitutos de la leche materna.

“Esto no hubiera sido posible sin CHAMPS”, señaló Betsy Dawson, enfermera especializada y responsable de CHAMPS en el South Sunflower County Hospital, el segundo centro del Estado en recibir la denominación de la OMS. “El programa se enfrenta a muchos obstáculos y a muchos requerimientos que hay que cumplir antes de ser reconocido como tal”.

ROSE también ha puesto en marcha el programa denominado “Transformadores de la comunidad” (Community Transformers en inglés), financiado por la Fundación Kellogg, que capacita a madres, especialmente de la comunidad de raza negra, para que actúen como asesoras de lactancia y pongan en contacto a las madres primerizas con los recursos disponibles.

Para lograr un cambio sostenible, los activistas subrayan la importancia de la participación de la comunidad más allá de la educación impartida en los hospitales. Los grupos de apoyo dedicados a entornos específicos pueden aumentar orgánicamente las tasas de lactancia materna durante el primer año de vida del bebé.

“Si no se involucra a la comunidad como parte del proceso, se está perdiendo una oportunidad”, declaró Bugg.

Desde que recibió el donativo del CDC, CHAMPS ha inscrito a 101 hospitales de todo el país, incluidos los de Alabama, Tennessee y West Virginia.

“Lo más importante es que estas prácticas son las mejores para las madres y los bebés”, afirmó Merewood. “Necesitamos ser amables con las personas, sonreírles, atenderlas donde están”. Dado el énfasis que se pone en los costos y la eficiencia de la atención médica, subestimamos el valor de ser amables”.

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