Equidad Racial

Las naciones tribales y sus socios abordan las desigualdades del COVID-19

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A landscape image of New Mexico.

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El coronavirus no causó las desigualdades raciales, económicas y de salud en el territorio indígena, pero las está poniendo al descubierto. Y, con ello, también los siglos de desinversión en infraestructura y racismo sistémico en pleno.

Las comunidades nativas están viviendo uno de los peores brotes de coronavirus en Estados Unidos. De acuerdo con la Nación Navajo, tan solo en las comunidades Navajo, al 4 de mayo de 2020 se habían registrado más de 2,700 casos y 70 muertes.

Los nativos norteamericanos tienen una mayor exposición a la contaminación por uranio, la radiación residual de las minas abiertas y un acceso significativamente menor a alimentos frescos y saludables, así como al suministro de agua potable. Como resultado, es más probable que padezcan problemas de salud subyacentes, como asma, hipertensión y diabetes. En el mejor de los casos, estas desigualdades de salud generalizadas y las condiciones preexistentes entre los nativos dan como resultado una tasa de mortalidad que es el doble del índice nacional. En una pandemia, los efectos de estas condiciones no pueden menos que agravarse.

Los beneficiarios y socios de la WKKF no son ajenos a los niveles de disparidad y las políticas que continúan afectando al territorio indígena. A medida que abordan problemas inmediatos y abogan por cerrar la brecha de desigualdad en asociación con las naciones tribales, su perseverancia destaca la determinación y la resiliencia de los pueblos nativos a medida que responden a esta crisis.

El programa First Born del noroeste de Nuevo México se asoció con Indigenous Lifeways y diversas organizaciones locales lideradas por indígenas para desarrollar la iniciativa McKinley Mutual Aid. Durante las últimas tres semanas, han recaudado más de USD 30,000 y han atendido a más de 300 familias indígenas con alimentos, agua, equipo de protección personal y artículos para bebés.

De acuerdo con Complex Media, la Nación Navajo ha registrado más casos de COVID-19 per cápita que cualquiera de los 50 estados de EE.UU. El agua es un elemento vital para combatir la propagación del coronavirus, pero más de 30% de las familias de Navajo no tienen acceso a sistemas de agua potable en sus hogares, aunado a la falta de servicios adecuados de drenaje, electricidad y de salud, así como nulo acceso a banda ancha, situación que ha contribuido a esta devastadora crisis de salud. El Proyecto Navajo Water de DigDeep, implementado mucho antes de la crisis, suministra agua a las familias que la necesitan. Los gobiernos y las universidades tribales, y otros socios clave, trabajan en asociación con DigDeep para ayudar a lograr un cambio sostenible en las comunidades.

En Nuevo México, hogar de 23 naciones soberanas (19 pueblos, tres Apache y la Nación Navajo), los pueblos enfrentan altas tasas de contagio. El Instituto de políticas y presupuesto de los nativos norteamericanos y el Consejo de gobernadores de todos los pueblos crearon un Plan tribal de respuesta al COVID-19 en asociación con el Departamento de asuntos indígenas del Estado de Nuevo México.

Para compartir recursos de aprendizaje en el hogar con los niños y niñas de todo el país, el Indian Pueblo Culture Center pone a disposición del público su innovador Plan de estudios K-12 Pueblo, Sabiduría indígena (Indigenous Wisdom) que puede descargarse en línea sin costo. Los estudiantes y las familias de muchas comunidades pueden acceder y consultar el documento.

First Nations anunció un donativo de apoyo por USD 635,000 para las comunidades nativas de todo el país que están en la primera línea enfrentando el COVID-19. El Fondo de respuesta a emergencias COVID-19 de First Nations distribuye fondos a organizaciones nativas sin fines de lucro y programas tribales. En principio, los recursos se priorizan para las áreas de alta concentración como California, Nuevo México, el noroeste del Pacífico, Nueva York, Nación Navajo, Nación Hopi y otros puntos críticos de COVID-19.

National Indian Health Board (NIHB) ha creado la página Recursos de respuesta tribal ante el COVID-19, donde comparte información oportuna para abordar temas sobre el cuidado de los adultos mayores y dialogar con la juventud, así como servicios de salud bucal e inseguridad alimentaria. NIHB también lidera un esfuerzo nacional para asegurar recursos para que las naciones nativas respondan al COVID-19, y educa a los legisladores sobre las necesidades de atención médica de las personas y comunidades nativas.

National Congress of American Indians proporciona actualizaciones legislativas y coordinación ante el COVID-19 entre las naciones nativas. Abogan por los derechos de los indígenas durante la respuesta al COVID-19.

Native Voices Rising, un proyecto de Native Americans in Philanthropy (NAP) y Common Counsel Foundation (CCF) donaron USD 500,000 a 51 grupos liderados por nativos que empoderan a las comunidades indígenas estadounidenses, nativos de Alaska y nativos de Hawái en todo EE. UU. para promover soluciones definidas por las comunidades y lideradas por nativos, tanto dentro como fuera de la reserva. Para ayudar a las organizaciones a responder a la crisis de COVID-19, NAP y CCF han desistido a cualquier gasto administrativo durante la primera mitad de 2020, por lo que 100% de los fondos se transfiere directamente a las organizaciones comunitarias. Para consultar la lista completa de socios donantes, haga clic aquí; mientras, NAP supervisa las inversiones en general en las comunidades nativas.

Los líderes nativos de organizaciones sin fines de lucro que buscan recursos federales, disponibles a través de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus y las modificaciones posteriores al proyecto de ley de ayuda, deben apresurarse, ya que la última ronda de financiamiento se terminará rápidamente. Aquí encontrará una lista de los bancos propiedad de indígenas norteamericanos participantes para consultar las solicitudes y el sitio web Preparación financiera ante el coronavirus de Native American Bank.

LAS POLÍTICAS FOMENTAN DESIGUALDADES SISTÉMICAS

Antes del virus, las políticas vigentes impactaron negativamente el crecimiento económico en el territorio indígena, afectando todas las economías regionales y estatales. Al carecer de una base impositiva, las tribus dependen en gran medida de los impuestos sobre las ventas y al consumo, así como de los ingresos de los casinos (para tribus con juegos de apuesta) para financiar servicios gubernamentales vitales: vivienda, educación, atención médica, seguridad pública y servicios sociales. Los gobiernos tribales ya carecen de paridad con los estados, los gobiernos locales y el gobierno federal en el ejercicio de la autoridad fiscal. Ahora, la infraestructura tributaria mínima que utilizan las tribus para ayudar a satisfacer las necesidades básicas se ha visto muy afectada por el cierre.

Acrecentando la incapacidad de las tribus para establecer una base impositiva sólida, las políticas federales actuales dificultan el uso de las opciones de financiamiento exentas de impuestos, generalmente disponibles para los estados para financiar la infraestructura del gobierno. Para algunos, la industria de los juegos de apuesta de las tribus, valuada en USD 39.1 mil millones, es el principal contribuyente de estos servicios y es la duodécima fuente de empleo más importante de Estados Unidos. Además, la industria aporta USD 17 mil millones a los gobiernos estatales y locales. El cierre de este principal motor económico y de importantes servicios está creando situaciones muy difíciles en las comunidades rurales y pronto afectará los gobiernos de todo el país.

Minda Corso
Minda is the digital communications manager at the foundation. She is responsible for hands-on execution of integrated digital marketing and communications strategies to support organizational as well as internal and external communications goals and objectives. She works with the communications team to identify, develop and execute digital marketing and communications tactics across the WKKF digital ecosystem. She collaborates with organizational peers and teams to elevate the foundation’s strategies, programmatic priorities, and relationships with priority audiences, including internal staff, grantees and external stakeholders.

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