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Incluso antes de que el coronavirus se convirtiera en una amenaza global, la Organización de las Naciones Unidas tenía predicciones poco favorables para Haití en 2020. Un informe de la dependencia humanitaria de la ONU de diciembre de 2019 pronosticó que, en unos meses, 40% de los haitianos “necesitaría asistencia humanitaria urgente”. Las causas incluían agitación política, inseguridad y aumento en el precio de los alimentos. Agregar una pandemia a la mezcla desencadenaría una posible catástrofe humanitaria.
Robert Johnson, director de operaciones de Acceso Haití, dice que la red es fundamental para construir una soberanía alimentaria y superar estos momentos difíciles. Se trata de “no perder de vista la visión más amplia, mantenernos enfocados y superar la situación, pero hay que hacerlo con nuestros propios socios y socias, y juntos volvernos más fuertes”.
El agronegocio social se lanzó en 2014 para apoyar una iniciativa de la organización de atención médica sin fines de lucro Partners in Health (PIH, por sus siglas en inglés). PIH fabrica Nourimanba, una mantequilla de maní fortificada para tratar la desnutrición en niños y niñas, y Acceso se convirtió en el proveedor principal de maní para la fábrica del corredor central de Haití. La misión de la empresa era ayudar a los agricultores a aumentar sus ingresos mediante la asistencia técnica y mejorar la cadena de valor. Al mantener a PIH como comprador principal, Acceso agregó a muchas otras empresas fabricantes de mantequilla de maní como clientes y se expandió a otros cultivos.
“Se trata de no perder de vista la visión más amplia, mantenernos enfocados y superar la situación, pero hay que hacerlo con nuestros propios socios y socias, y juntos volvernos más fuertes”.
ROBERT JOHNSON, DIRECTOR DE OPERACIONES DE ACCESO HAITÍ Tweet
Estos compradores representan tan solo uno de los muchos tipos de colaboraciones que Acceso ha forjado en Haití, que han posicionado al negocio para superar una avalancha de desafíos a lo largo de los años, incluidos los desafíos políticos, económicos, ambientales y relacionados con la salud. Más que eso, las colaboraciones han permitido que Acceso intensifique y satisfaga las necesidades de la comunidad creadas por esos mismos desafíos.
La idea de forjar alianzas para fomentar la soberanía y seguridad alimentarias no es nueva en Haití, pero la oportunidad y necesidad han aumentado su prominencia. En la red Haiti Peer Learning Network (HPLN), una comunidad de donatarios y donatarias, y socios y socias de la Fundación W.K. Kellogg en todos los sectores, la oficial de programa de WKKF, Dana François, dice que, juntas, las organizaciones se han convertido en un motor poderoso.
“Los esfuerzos de socios y socias que operan en diferentes niveles y a lo largo y ancho de las cadenas de valor, sectores y lugares, pueden apoyarse mutuamente para lograr un impacto escalable”, agregó.
En una reunión de la HPLN en Puerto Príncipe en 2015, los socios y las socias, incluidos Acceso, la Facultad de Ciencias Agrícolas y Ambientales (FSAE, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Quisqueya, Haiti Christian Development Fund, Heifer International, Haiti Projects y Fonkoze, trazaron un ecosistema de generación de ingresos que pudieran desarrollar y fortalecer en conjunto y con otras partes interesadas en sus comunidades. Acceso fue un elemento esencial, es decir, un “intermediario” entre productores, evaluadores, agroindustrias, inversionistas y proveedores de servicios agrícolas.
Desde esa reunión, comentó François, el valor y la urgencia de ese modelo de ecosistema solo han aumentado en Haití.
Los logros recientes de Acceso y sus socios y socias surgieron a partir del trabajo colaborativo de la HPLN. Éstos, ilustran el poder de las colaboraciones a medida que cambian las percepciones sobre el avance en medio de las crisis.
UNA EXPORTACIÓN GOURMET DESDE HAITÍ
En 2020, Lavi Spicy Peanut Butter hizo su debut en las tiendas de Norteamérica.
En otra colaboración de Acceso y Partners in Health, los empleados de la fábrica de Nourimanba de PIH comenzaron a mezclar y batir la cremosa y picante mantequilla de maní, que es un alimento básico en los hogares haitianos. Lavi, con sus etiquetas de colores, estaba destinada para un nuevo mercado, pero no era un momento fácil para comenzar a exportar un producto desde Haití. El país estaba prácticamente en confinamiento debido a los disturbios políticos, con escuelas y oficinas cerradas y calles bloqueadas con frecuencia.
Sergeline Malvoisin René, directora comercial de Acceso Haití, comentó que “las embarcaciones llegaban, pero a menudo no había nadie para descargarlas… o no había nadie para hacer los trámites”.
Finalmente, el primer envío llegó a 2 minoristas en línea en Estados Unidos y, a principios de 2020, el producto comenzó a llegar a las tiendas en Brooklyn. En el transcurso de un año, varios minoristas en línea y diversas tiendas en Estados Unidos y Canadá lo estaban vendiendo.
A mediados del otoño, Lavi ya estaba disponible en Amazon.
En Norteamérica, Lavi es un producto de lujo que se vende 10 dólares por frasco. En Haití, el producto apoya a los agricultores y sus familias al conectarlos con un grupo de clientes nuevo y cada vez mayor. También ayuda a los niños y a las niñas, al invertir los ingresos en refrigerios escolares nutritivos; es decir, por cada frasco que se vende en Estados Unidos, se proporciona un refrigerio en Haití.
Robert Johnson indica que Lavi es “el ejemplo perfecto” que se deriva del trabajo arduo y las alianzas adecuadas. Cuando Acceso inició operaciones en Haití, no habría sido posible exportar un producto de maní que cumpliera con las normas estadounidenses.
“Claro, aún tenemos desafíos cotidianos”, agregó. “Pero tan solo con ver dónde estamos en este momento en comparación con hace 5 años, muestra una oportunidad totalmente nueva”.
ASISTENCIA ALIMENTARIA NACIONAL A TRAVÉS DE COLABORACIONES
Estas iniciativas recientes muestran la manera en que la colaboración entre sectores puede mitigar la inseguridad alimentaria hoy y ayudar a prevenirla en el futuro.
En la primavera de 2020, los socios y las socias de HPLN analizaron cómo colaborar entre sectores para responder a las necesidades urgentes derivadas de la pandemia. Como resultado del análisis, el Hospital St. Boniface adquirió mascarillas fabricadas por Haiti Projects, una organización de Haití que transmite anuncios de servicio público por radio del colectivo Blue Butterfly sobre el coronavirus. Asimismo, Acceso amplió su entrega de comida a nivel local a las escuelas en la Model School Network (MSN) y hospitales en la HPLN.
Cuando las escuelas cerraron por el coronavirus, se convirtieron en lugares donde las familias podían recoger refrigerios y una dotación de mantequilla de maní para llevarlos a casa y que les duraran algunas semanas. Cuando se reanudaron las clases, Acceso comenzó a ofrecer productos secos para comidas calientes a las escuelas, que no habían servido anteriormente.
Cassandre Regnier, directora de programas de Summits Education, dice que los refrigerios y las comidas escolares en las comunidades pobres son importantes para el aprendizaje y la salud.
Summits, una organización sin fines de lucro que opera una red de 40 escuelas de nivel primaria dentro de la MSN, evaluó la restricción principal para el aprendizaje en sus escuelas. Según Regnier, lo que aprendieron fue que “no se trataba de la remuneración para los maestros ni de su competencia. Tampoco eran los libros. Simplemente, se trataba de la alimentación escolar”.
La comida también es fundamental para los proveedores de atención médica. Gran parte de los medicamentos que recetan deben tomarse después de comer por lo que, cada vez más, la comida en sí es la medicina que ayuda a prevenir y tratar la desnutrición.
Como parte de su respuesta a la pandemia, Acceso entregó 250 kits de alimentos al mes a su colaborador desde hace mucho tiempo, Zanmi Lasante (la organización hermana de PIH en Haití). Zanmi Lasante trabajaba en la frontera con la República Dominicana, donde cientos de haitianos que habían perdido sus trabajos debido a la pandemia regresaban cada día.
Además de las pruebas de COVID y otros servicios, Zanmi Lasante ahora podía entregar un kit de alimentos para que coma una familia de 4 personas durante 2 semanas.
El Hospital St. Boniface, al sur de Haití, también recibió kits de alimentos de Acceso.
Famine Early Warning Systems Network (FEWS NET) proyectó que, en 2021, Fond-des-Blancs, donde se encuentra St. Boniface, estará entre las regiones que enfrentarán una crisis de inseguridad alimentaria en 2021. El hospital ya cuenta con una unidad dedicada a casos agudos de desnutrición y un programa de extensión comunitaria que constantemente encuentra a niños y niñas en situación de desnutrición o que bajan de peso.
La Dra. Miliane Clermont dirige un equipo de trabajadores de la salud que monitorea mensualmente a niños y niñas de comunidades cercanas al hospital, identificando docenas que requieren asistencia. Anteriormente, St. Boniface apoyaba a la familia con una despensa de productos secos que, generalmente eran donaciones importadas. Durante dos años esto no fue posible, hasta que Acceso llevó a cabo una serie de entregas durante el verano.
Durante los 5 meses de esas entregas, la Dra. Clermont dice que su equipo vio un gran aumento en la cantidad de niños y niñas examinados que aumentaron de peso. También vieron más niños y niñas con desnutrición, probablemente porque los padres se motivaron a que revisaran a sus hijos después de enterarse de los kits de alimentos.
Clemont comentó que otros beneficios de estos kits es el abastecimiento local y que, dado que los padres están familiarizados con la comida y saben cómo prepararla, “si el producto se compra localmente, aumenta el poder adquisitivo de los productores… y eso significa menos personas con desnutrición”.
Es un punto de vista que muchos comparten en la comunidad de Clermont. La fundación Haiti Christian Development Fund, con sede en Fond-des-Blancs, trabajó durante muchos años con otras organizaciones en un plan para mejorar las condiciones sociales y económicas de los niños, las niñas y las familias locales. Hoy en día, colaboran con la Universidad de Quisqueya y Acceso para mejorar la producción agrícola y fortalecer las cadenas de valor para impulsar la generación de ingresos en la comunidad.
Las organizaciones internacionales de asistencia alimentaria más importantes aún distribuyen alimentos en su mayoría provenientes desde fuera de Haití. Sin embargo, en 2020, Food for the Poor, una de las organizaciones de beneficencia más grandes de Estados Unidos, compró cientos de frascos de mantequilla de maní a Acceso. LIDE, un programa de arte y educación para jóvenes en riesgo (el nombre significa tanto líder como idea en criollo), también compró 500 kits de alimentos.
Por último, en un giro de la historia en torno a Haití y la ayuda alimentaria, Acceso se asoció con la organización Community Organized Relief Effort (CORE), del actor Sean Penn, para brindar ayuda en relación con el COVID-19 en Estados Unidos, que permitió incluir miles de frascos de Levi en cajas de alimentos distribuidas a familias en Georgia y Carolina del Norte.
“Es permitir que la gente vea a Haití de otra manera”, dijo Robert Johnson sobre la distribución de CORE.
PLANTAR MÁS SEMILLAS
Los desafíos se siguen presentando y Acceso está forjando nuevas colaboraciones para abordarlos.
Johnson espera que una colaboración con la Facultad de Agricultura de la Universidad de Quisqueya pueda ayudar a mejorar la productividad de los agricultores. Desde hace mucho tiempo, la universidad ha sido pionera en investigación e innovación agrícolas para atender a los agricultores haitianos. Su nuevo proyecto de innovaciones en agricultura incluye el trabajo con Acceso para aumentar el rendimiento a través de la mecanización a pequeña escala.
En octubre, Acceso adquirió Extensio, una empresa de información digital agrícola. Esto permitirá que Acceso amplíe su red de agricultores, conectándolos con valiosos informes sobre pronósticos meteorológicos y de plagas.
Los socios y las socias están elaborando rutas para orientar el impulso continuo y lograr una mayor soberanía y seguridad alimentarias en Haití.
Durante el verano, Acceso y la Smallholder Farmers Alliance realizaron una “encuesta de seguridad alimentaria en Haití” en la que participaron organizaciones que trabajan para desarrollar bancos de semillas, y la producción y distribución de alimentos, para conocer más sobre cómo puede aumentarse la producción agrícola local para la distribución local. El informe contribuirá a los esfuerzos continuos financiados por WKKF para evaluar las posibilidades de desarrollar las economías locales y fortalecer los sistemas alimentarios locales.
Imagen de banner proporcionada por Acceso/Paramos Films.
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