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Tennessee es un ejemplo para los estados que buscan un financiamiento escolar más equitativo

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Todos los niños merecen una educación de calidad que reconozca sus necesidades únicas y les proporcione los recursos que necesitan para prosperar. Esto nunca ha sido más evidente que en los dos últimos años de pandemia, cuando las familias, las escuelas y los estados se enfrentaron al reto de responder a las diversas necesidades de sus alumnos. Parece obvio que, para garantizar que todos los niños tengan acceso al apoyo que necesitan, debemos financiar las escuelas en función de las necesidades de los alumnos, pero no es así como funcionan muchas fórmulas de financiamiento estatales.

Estas últimas varían en términos de cómo y cuánto asignan a la educación K-12. Los fondos de recuperación por la pandemia brindaron a los estados una oportunidad muy necesaria para analizar cómo cambiar sus actuales modelos de financiamiento escolar para que sean más sostenibles y atiendan mejor las necesidades de los estudiantes. Algunos estados que tienen superávit presupuestario, como Tennessee, están realizando cambios estructurales en su fórmula de financiar la educación estatal con el fin de adoptar un enfoque más centrado en los estudiantes y lograr avances a largo plazo en la equidad para todos. Pero es posible que en algunos casos exista inquietud al abordar este asunto, dado lo difícil que parece debatir sobre cualquier tema, y más aún aquellos que vinculan importantes programas sociales y financiamiento.

Making the Grade 2021 by Education Law Center provides state-by-state analysis of the condition of public education finance systems across the nation.

Tennessee nos da un ejemplo que nos motiva y quizá incluso nos brida una guía estratégica sobre cómo abordar esta política. Decretada en mayo por el gobernador Bill Lee, la ley Tennessee Investment in Student Achievement, TISA) empieza a abordar la disparidad educativa mediante una revisión de la fórmula de financiamiento de la educación estatal. La legislación crea una fórmula de financiamiento basada en los estudiantes, que incluye financiamiento adicional para sus necesidades específicas y aumenta el financiamiento estatal recurrente anual para la educación, lo que se traduce en 9000 millones de dólares anuales en financiamiento de la educación estatal y local. Se trata de una inversión importante para un estado conservador queocupaba el puesto 44 en gasto educativo, pero que ahora tiene el financiamiento por estudiante más alto del sur. Centrarse en las necesidades de los estudiantes parece ser una estrategia con la que todos pueden estar de acuerdo en un momento en el que la educación es objeto de acalorados debates.

La nueva fórmula de financiamiento prevé un gasto adicional por alumno para los estudiantes con necesidades específicas, como los que viven en situación de pobreza concentrada o aquellos con discapacidades. Estos fondos son fundamentales para acabar con las prolongadas diferencias de rendimiento que han afectado a Tennessee durante décadas.

Sin duda, se dieron las condiciones propicias para este logro bipartito y los factores del modelo que pueden reproducirse en todo el país. La Tennessee Alliance for Equity in Education (Alianza), una coalición diversa para la equidad en la educación en todo el estado, dirigió cursos de capacitación para que las partes interesadas comprendieran mejor cómo funciona el financiamiento estatal de la educación. Una vez implementada la ley TISA, los recursos y herramientas de la Alianza ayudaron a los miembros de la coalición, educadores, familias y legisladores a analizar en profundidad los elementos de dicha ley. La Alianza organizó muchos seminarios web y reuniones con cientos de participantes, y llevó a cabo un foro abierto con el Comisionado de Educación.

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Varias organizaciones de defensa política se unieron en torno a una serie de principios comunes relacionados con una fórmula modernizada de financiamiento de la educación. Algunos de esos principios incluían la necesidad de una mayor inversión de fondos, una fórmula centrada en los estudiantes y un método transparente con contribuciones de financiamiento local que se hayan calculado con más claridad. También se asociaron con expertos locales y nacionales en financiamiento escolar para evaluar disposiciones específicas en la fórmula de la ley TISA, y se convirtieron en proveedores de asistencia técnica para distritos escolares y legisladores con una gran inquietud por comprender el impacto de los cálculos de las contribuciones locales de dicha ley.

El gobernador Lee también propuso ambiciosos objetivos de financiamiento de la educación, que se apegaban a los principios comunes ampliados por los defensores. Asimismo, junto con la comisionada Penny Schwinn, participó en una gira por todo el estado para recabar opiniones sobre la ley TISA antes de implementarse en la legislatura.

Muchas organizaciones y personas contribuyeron de manera decisiva para sentar las bases de este importante cambio legislativo. Los estudiantes cosecharán los frutos de su trabajo para forjar relaciones sólidas entre el gobernador, el departamento estatal de educación, las familias, los líderes comunitarios y escolares, y los educadores. El estado tomó la decisión correcta para TODOS los estudiantes de Tennessee, ya que merecen alcanzar su máximo potencial y escuelas con mejores recursos para apoyar sus necesidades individuales y ayudarlos a prosperar.

El nuevo modelo de financiamiento marca el inicio de una nueva era para Tennessee, que se integra ahora a un movimiento nacional de revisión de las fórmulas educativas para centrarse en las necesidades de los estudiantes y trabajar proactivamente en favor de la equidad educativa. Otros estados comprometidos en esta labor son California, Connecticut, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Nuevo México, Pensilvania y Virginia. Ahora, más que nunca, es el momento de que los líderes políticos se unan y hagan lo que es mejor para el futuro de nuestros hijos, estados y nación al invertir en sus necesidades educativas.

Un financiamiento estatal adecuado y equitativo para las escuelas de nuestro país es esencial, pero no puede considerarse el objetivo final. Es solo el punto de partida. Es necesario hacer más para preparar eficazmente a todos los estudiantes para que triunfen toda la vida.

El aumento del financiamiento básico por alumno en Tennessee ha demostrado ventajas tanto para los estudiantes como para las escuelas. Los niveles de financiamiento más elevados y específicos ofrecen un mejor apoyo a los docentes y a los directivos escolares en la creación de entornos de aprendizaje rigurosos y receptivos para los estudiantes de escuelas públicas, lo que se traduce en mejores experiencias de aprendizaje diarias, así como en mejores resultados de aprendizaje y en la vida. El proceso para conseguirlo ha sido a veces difícil, pero nunca imposible.

Cuando los estados apoyen plenamente la educación de los niños —y la combinen con programas y recursos que inviertan en su salud, en la seguridad económica de sus familias y en la vitalidad general de las comunidades en las que viven— crearemos realmente las condiciones para que los niños y las familias puedan prosperar.

"Se trata de una inversión importante para un estado conservador que ocupaba el puesto 44 en gasto educativo, pero que ahora tiene el financiamiento por estudiante más alto del sur. Centrarse en las necesidades de los estudiantes parece ser una estrategia con la que todos pueden estar de acuerdo en un momento en el que la educación es objeto de acalorados debates."

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