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Todas las comunidades son tan distintas como lo son sus desafíos y soluciones.
Tomemos Biloxi, Mississippi, donde el programa de capacitación Mujeres en la Construcción, del donatario Moore Community House de la Fundación W.K. Kellogg ayuda a las mujeres a ingresar a una industria que está en crecimiento pero que en general, es dominada por los hombres.
Nuestra organización tiene como objetivo tratar de mejorar la seguridad económica de las mujeres de bajos ingresos que suelen ser madres solteras, además tienen una ética laboral increíble, pero tienen trabajos con salarios muy bajos”, dice Carol Burnett, directora ejecutiva de Moore Community House. “…Ofrecer un camino a través de la formación brinda a las mujeres una forma de obtener un salario con el que podrán mantener a su familia”.
El programa se lanzó después de que el huracán Katrina azotó el Golfo en 2005, cuando había muchos trabajos de construcción bien pagados disponibles, pero a los que las mujeres no tenían acceso. Desde entonces, el programa ha logrado graduar a más de 700 mujeres en esos trabajos, la mayoría de las veces con beneficios y oportunidades para su avance profesional.
“Tardamos mucho tiempo en lograr obtener algunas de esas oportunidades para las mujeres”, dice Burnett. “De hecho, fue necesario que algunas de nuestras mujeres llegaran a los lugares de trabajo y demostraran que contratar a una mujer no iba a provocar que su negocio fracasara o algo por el estilo. Eran buenas trabajadoras y allanaron el camino para todas las mujeres que llegaron después que ellas. El impacto para las egresadas de nuestro programa Mujeres en la Construcción significa que pueden satisfacer las necesidades de sus hijos e hijas, que es su fuerza motriz”.
“El impacto para las egresadas de nuestro programa ‘Mujeres en la Construcción’ significa que pueden satisfacer las necesidades de sus hijos e hijas, que es su fuerza motriz”.
Justo frente al edificio de formación de Moore Community House hay un centro de aprendizaje temprano que cuenta con programas de infancia temprana y de cuidado posterior. Burnett dijo que la asociación es un elemento clave para garantizar que las mujeres cuenten con servicios como de guardería, que les permitan trabajar.
“Apoya a niños y niñas de una manera asombrosa, y además de eso, permite que sus padres vayan a trabajar, porque los servicios de guardería son los más caros”, dice Burnett. “Las familias a las que atendemos están trabajando y aun así están por debajo del nivel federal de pobreza”.
Al otro lado de la costa del Golfo en Nueva Orleans, la Fundación Kellogg forma parte de una asociación público-privada llamada Alianza de negocios de Nueva Orleans (New Orleans Business Alliance o NOLABA, por sus siglas en inglés), que se enfoca en hacer de la ciudad un líder global a través de una economía incluyente. La asociación, que es la organización de desarrollo económico acreditada para Nueva Orleans, se enfoca en cuatro áreas principales: atracción y retención de negocios, crecimiento de pequeñas empresas, desarrollo de talento y fuerza laboral y desarrollo estratégico de los vecindarios.
La asociación está fundamentada en datos que muestran que no todos los habitantes de Nueva Orleans tienen acceso a los recursos y oportunidades que les ayudarán a ellos —y a la ciudad y al estado—, a prosperar.
Lamar Gardere, director ejecutivo de The Data Center en Nueva Orleans y beneficiario de la WKKF, señala datos alarmantes anteriores al COVID: Desde 1997, el número de pequeñas empresas establecidas por empresarios negros se ha duplicado. Sin embargo, a pesar del crecimiento, su participación en el mercado sigue siendo limitada. Los datos muestran que los ingresos totales de esas empresas durante ese mismo período de tiempo se mantuvieron en solo el 2%.
Gardere dijo que “Eso indica que también existen muchos otros problemas que podrían afectar su capacidad para operar el negocio, que el negocio crezca como usted lo necesita y a que usted tenga acceso a las negociaciones que se llevan a cabo en la ciudad”.
Flozell Daniels, director ejecutivo de Foundation for Louisiana , un aliado estratégico y crítico de la NOLABA, dice que gracias a las inversiones de donantes como la WKKF, NOLABA ha podido invertir en estrategias probadas y a la vez probar ideas prometedoras e innovadoras.
“¿Cómo sería el futuro de Nueva Orleans si pudiera ser plenamente equitativo?” preguntó Daniels.
“[Tendrían] la capacidad de tener dignidad económica. Los empresarios y las empresarias pueden competir, ya que tienen un acceso justo al capital y a relaciones y asociaciones. Las personas que trabajan todos los días tienen salarios justos, prestaciones y relaciones profesionales que los instruyen y no les niegan la justicia”.
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