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El nuevo National Early Care and Education Workforce Center es un triunfo para las familias y para todos nosotros

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La pandemia de COVID-19 puso en evidencia la precariedad económica en la que viven los hogares estadounidenses. Basta una crisis o un despido para que muchas familias corran el riesgo de perder la vivienda, la atención médica o la estabilidad educativa de sus hijos. También exacerbó la crisis de la atención infantil en este país. Antes de la pandemia, muchas familias tenían dificultades para pagar el cuidado de sus hijos, dado que la mayoría del personal en ese sector recibía salarios bajos que no les permitían alcanzar una estabilidad económica. Sin embargo, cuando llegó la pandemia, muchas guarderías se vieron obligadas a cerrar por falta de inscripciones, motivos de salud o escasez de personal. Cuando los centros cerraron temporalmente, muchos empleados buscaron otro trabajo, lo que redujo la población de cuidadores infantiles que podían regresar cuando los centros reabrieran; y, la verdad, no van a regresar. A principios de 2020, el sector de la puericultura había perdido casi 80,000 puestos de trabajo, lo que equivale al 7.5 % de su fuerza laboral, debido a la pandemia de COVID-19. Esta prolongada escasez de trabajadores capacitados para el cuidado infantil ha llevado a algunos padres a abandonar su propia actividad económica, ya que el cuidado infantil es demasiado caro o inexistente. Otros padres que no tienen la opción de renunciar a un empleo remunerado se ven obligados a enfrentar dilemas difíciles entre proporcionar un cuidado seguro y de calidad para sus hijos y la supervivencia económica de su familia.

Otros retos estructurales se suman a las complicaciones para los operadores de los programas de atención infantil temprana. Las regulaciones y requisitos de licencia para iniciar operaciones, aunque son necesarios para garantizar la calidad, crean barreras que les dificultan a los pequeños empresarios abrir sus propios centros. Estados Unidos sigue siendo uno de los pocos países del mundo que no subvenciona la educación temprana, lo que hace casi imposible que los proveedores de servicios de cuidado infantil ganen un salario digno y que, al mismo tiempo, mantengan el costo de sus servicios en un rango accesible para una familia promedio.

Por eso es tan importante la decisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE.UU. (el HHS, por sus siglas en inglés), a través de la Administración para Niños y Familias, de poner en marcha el primer National Early Care and Education Workforce Center (Centro nacional de fuerza laboral para la atención y educación temprana). Este coordinará y proporcionará asistencia técnica e investigación rigurosa a nivel nacional para promover la contratación y retención de una fuerza laboral diversa, capacitada y eficaz dentro del ámbito de la atención y educación tempranas en Estados Unidos. Según el anuncio del HHS, “las actividades de investigación y asistencia técnica del ECE Workforce Center cooperarán para 1) crear una vía profesional para los trabajadores de la atención y educación tempranas, que incluya el apoyo a la obtención de acreditaciones y títulos, manteniendo a la vez la fuerte diversidad del sector del cuidado infantil; y 2) identificar y aplicar enfoques sostenibles para aumentar la remuneración y las prestaciones”.  

A través de un proceso de licitación, el gobierno federal seleccionó a seis organizaciones para poner en marcha colectivamente el ECE Workforce Center y alcanzar sus objetivos. Cuatro de los seis donatarios reciben subvenciones de la Fundación W.K. Kellogg, y las seis organizaciones han estado a la vanguardia de los esfuerzos nacionales para crear conciencia sobre la necesidad de que el gobierno federal invierta en la educación temprana. Los cuatro donatarios de la WKKF son los siguientes: 

La BUILD Initiative colabora con líderes estatales y comunitarios de todo el país para promover sistemas equitativos y de alta calidad de atención a niños y familias que permitan a los jóvenes prosperar y aprender. Ha estado trabajando con líderes estatales para crear políticas, infraestructuras y conexiones entre agencias y organizaciones para promover programas, servicios y apoyos integrales, de alta calidad y equitativos para los niños, sus familias y las comunidades. Su labor de promoción se centra en ayudar a los líderes a pensar y actuar sistémicamente para hacer frente a las disparidades, ampliar sus redes y tomar medidas.

El Center for the Study of Child Care Employment (CSCCE) de la Universidad de Berkeley ha sido el líder nacional en investigación y política sobre la fuerza laboral de la atención y educación tempranas desde 1999, proporcionando análisis sobre la preparación, condiciones de trabajo y remuneración. Desarrolla soluciones políticas y crea espacios para la enseñanza, el aprendizaje y el activismo educativo. Recientemente, el CSCCE publicó un informe en el que se evalúa el uso de los fondos de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense en cada estado y la oportunidad de pensar y actuar de forma diferente sobre cómo dotar de recursos a la educación temprana. Bold on Early Education Compensation Learning Community 2022: Lessons from State Actions (Comunidad de aprendizaje de Bold on Early Education Compensation de 2022: lecciones de las acciones estatales) comparte lecciones sobre este tema.

Child Trends lleva a cabo investigaciones independientes y prácticas que describen y analizan la situación de los niños, los jóvenes y las familias. Proporciona asistencia técnica basada en evidencia a los programas y comunica con claridad las conclusiones a los legisladores y profesionales de forma accesible y práctica. También lleva a cabo una serie de actividades para ayudar a las organizaciones a mejorar la eficacia de sus servicios directos. Child Trends dirigirá el ECE Workforce Center, en específico las actividades de investigación y funcionamiento del nuevo centro.

ZERO TO THREE traduce su experiencia en la ciencia del desarrollo temprano a programas pioneros, formación y recursos líderes en su campo, además de soluciones políticas flexibles. Al ser una organización que opera bajo un modelo de membresía, ofrece una comunidad dinámica y conectada para profesionales de diversas disciplinas centradas en el desarrollo infantil, quienes están comprometidos con promover sus conocimientos y habilidades. Su objetivo es crear un cambio duradero y transformador para los niños, sus familias y nuestro futuro colectivo.

Las otras dos organizaciones que dirigen el ECE Workforce Center son el Institute for Early Education Leadership and Innovation de UMass Boston y el Delaware Institute for Excellence in Early Childhood de la Universidad de Delaware. Ambos son agentes del cambio sistémico, con una extensa trayectoria en investigación, capacitación y provisión de datos y herramientas para mejorar la calidad de la atención y educación temprana, tanto para proveedores, centros y personal, como para los padres. El Instituto de UMass Boston se centra en el desarrollo y el apoyo de una fuerza laboral de educación temprana con una diversidad racial y lingüística, mientras que el Institute for Excellence de la Universidad de Delaware aporta una serie de iniciativas de subvención, experiencias de capacitación profesional y proyectos de investigación.

La pandemia hizo que fuera imposible ignorar la interrelación entre el éxito económico de las empresas y la capacidad de su personal de encontrar servicios de cuidado infantil seguros, de calidad y confiables. Si deseamos recuperarnos por completo de la reciente conmoción económica y fortalecernos aún más, es fundamental brindar estabilidad a las familias, especialmente garantizando que sus hijos tengan acceso seguro y equitativo a la atención y la educación. El lanzamiento de este nuevo National Early Care and Education Workforce Center es un paso crucial hacia ese objetivo.

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