This post is also available in: English (Inglés) Kreyòl (Creole Haitiano)
Durante una entrevista preparatoria de la Instantánea Anual 2022 de la Fundación W.K. Kellogg, su Directora General y Presidenta, La June Montgomery Tabron, habló con pasión y orgullo de la labor de la fundación en materia de sanación racial. Mientras la WKKF reflexiona sobre su séptimo Día Nacional de Sanación Racial y se compromete de nuevo con la sanación racial y la equidad durante todo el año, compartimos un momento de esa entrevista.
Q: ¿Por qué es tan importante para usted la labor de la Fundación Kellogg en materia de sanación racial, especialmente en este momento?
En estos momentos me apasiona especialmente la sanación racial porque he constatado personalmente cómo puede transformar vidas y organizaciones. A raíz de la pandemia y la reconciliación racial que ha estado sucediendo en todo el mundo desde hace casi tres años, la construcción de relaciones y la conexión para cerrar brechas pueden ser más importantes que nunca.
Uno de mis ejemplos favoritos de la transformación que permite la sanación racial ocurrió cuando visité una universidad para dar un discurso en una ceremonia de graduación. Allí, se habían producido una serie de incidentes raciales, y me llamaron para que diera una conferencia sobre la sanación y la equidad raciales.
Llegué unos días antes para hablar con su consejo de administración, y me enteré de que algunos no entendían muy bien por qué venía a dar este discurso y, en general, estaban molestos con la forma en que los alumnos estaban reaccionando a estos incidentes raciales.
Así que, en lugar de hacer mi charla prevista con el consejo, cambié nuestra conversación por un círculo de sanación racial de dos días. Tuvimos la oportunidad de hablar, afirmar nuestra humanidad y compartir nuestras verdades personales y experiencias de vida. Me pareció una conversación grandiosa, pero, sinceramente, como tuvieron que irse rápidamente, no supe cómo reaccionaron.
Al día siguiente, pronuncié mi discurso en la ceremonia de graduación y, cuando bajé del estrado, se acercó uno de los consejeros (que había participado el primer día en nuestro círculo de sanación) con los brazos cruzados y el ceño fruncido, y tenía una expresión de felicidad que jamás había visto. Después, me dio un abrazo y me dijo que nuestra conversación sobre la sanación racial había cambiado su vida y que nunca volvería a ser la misma persona.
Esa experiencia me recuerda lo importante que es empezar por la sanación racial antes de iniciar cualquier debate sobre equidad racial. Porque así es como se produce el cambio. Esta persona forma parte de un sistema (en esta universidad) y puede marcar la diferencia para muchísimas otras. Este tipo de conversación elimina barreras y da paso a oportunidades reales de transformación duradera.
Además, sabiendo que necesitábamos ese tipo de experiencia de sanación racial mucho antes de 2020, es prácticamente imposible concebir lo necesaria que es esta conversación, y la transformación que es posible, en el mundo de hoy. Colectivamente, aún estamos asimilando las consecuencias de una pandemia que ha cobrado millones de vidas y el debate mundial sobre la raza surgido a raíz del asesinato de George Floyd. La labor de sanación racial siempre ha sido de vital importancia para los niños, las familias y las comunidades, pero es difícil recordar un momento de la historia reciente en el que haya sido tan imperiosa.
Comments