CIFRAS CLAVE
Con el cierre del ejercicio fiscal realizado el 31 de agosto, seguimos observando los enormes desafíos que experimentan nuestros beneficiarios y las comunidades a causa de la pandemia. Para responder a las peticiones urgentes de ayuda, el Fideicomiso de la Fundación W.K. Kellogg emitió exitosamente un bono social de $300 millones USD en octubre de 2020 para aumentar nuestra distribución anual en un 50%, es decir, $150 millones USD, en los años fiscales 2020/2021 como 2021/2022. Este incremento se suma a nuestra distribución tradicional, con el objetivo de pagar la totalidad de los ingresos del bono social antes del 31 de agosto de 2022.
Satisfaciendo las necesidades de nuestras comunidades
En alineación con nuestras prioridades – niñez próspera, familias trabajadoras, comunidades equitativas- y nuestro ADN (participación comunitaria, liderazgo y equidad racial), se proporcionaron fondos adicionales para:- Innovaciones en materia de educación preescolar de calidad, empleo o equidad económica y equidad sanitaria
- Alianzas filantrópicas para la reconstrucción y reorganización de comunidades después del COVID-19
- Apoyo a las instituciones o liderazgo, atendiendo personas racializadas
- Equidad y sanación racial, incluyendo cambios a la narrativa
- Promoción de políticas y cambio de sistemas
Me complace informar que, al 31 de agosto de 2021, $232 millones USD de los $300 millones USD han sido asignados para apoyar nuestra misión en favor de la prosperidad de la niñez, las familias trabajadoras y comunidades equitativas. Nuestra continua responsabilidad fiscal y administración enfocada en el riesgo del mercado, incluyendo los ajustes de nuestra participación principal en acciones de Kellogg Company, siguen siendo fundamentales para nuestra estrategia de inversión y planificación financiera. Las carteras de inversión combinadas de la Fundación y el Fideicomiso se valoraron en $8.6 mil millones USD, lo cual brinda una mayor cobertura para los gastos de donativos, actividades relacionadas con los programas, costos administrativos y la inflación.
Nuestra cartera de Inversiones impulsadas por la misión, valorada en USD $107.2 millones compuesta por equivalentes en efectivo, renta fija y capital privado, pretende generar un impacto social en apoyo de nuestra misión, así como obtener rendimientos a tasas de mercado. Otro instrumento que utiliza la Fundación para respaldar el proceso de donaciones son las inversiones relacionadas con los programas (PRI, por sus siglas en inglés), que son inversiones estratégicas que se alinean a nuestra misión y suelen ser préstamos a organizaciones por debajo de las tasas de mercado o inversiones de capital con fines benéficos. Al 31 de agosto de 2021, el balance de la Fundación ascendía a USD $37.7 millones en PRI.
De este total, cerca del 55% benefició a los puntos prioritarios de la WKKF en Michigan, Mississippi, Nuevo México y Nueva Orleans dentro de los Estados Unidos, y a nivel internacional, al centro y suroeste de Haití, así como a los Altos de Chiapas y la Península de Yucatán en México.
El patronato de la Fundación recibe estados financieros y reportes bimensuales sobre la consecución de los principales indicadores de desempeño. Los planes operativos fiscales anuales preparados por la dirección son revisados y aprobados por nuestros consejos. Los resultados de las auditorías realizadas por contables independientes y por la oficina de auditoría interna de la Fundación son revisados y aprobados por el consejo en pleno. Mitchell Titus, LLP actúa como la firma de contadores independientes de la Fundación y del Fideicomiso. Para efectos de experiencia técnica fiscal, servicios de consultoría y presentaciones de declaraciones, la Fundación y el Fideicomiso utilizan los servicios de Crowe LLP.
Los estados financieros de la Fundación W.K. Kellogg y del Fideicomiso de la Fundación W.K. Kellogg son auditados por Mitchell Titus, LLP. El paquete completo de los estados financieros auditados de 2021 puede descargarse aquí, y los formularios 990-PF también están disponibles en wkkf.org.
